martes, 11 de febrero de 2014

Fábulas de Esopo

                    EL LOBO Y EL PERRO GUARDIÁN


 El lobo estaba tan flaco que las costillas se le marcaban en la piel, se encontró con un perro bien alimentado y el lobo le preguntó como lo hacía para estar así y este le dijo que su amo y sus criados le daban las sobras. Fueron a buscar una casa para que acogieran al lobo, pero se dio cuenta que el perro tenía una herida en el cuello y el perro le dijo que era de la cadena que le tenía su dueño puesta por la noche. Y el lobo decidió no seguir buscando casa para él. 

                         ‘’Es mejor pasar hambre siendo libre 
                            que comer a diario siendo esclavo’’